La inteligencia artificial y la sensibilidad humana se unen en el proyecto de Massimo Gardone para Foscarini: una narrativa visual que combina la sensibilidad de un artista con la capacidad generativa de la inteligencia artificial, para ofrecer una nueva manera de contar la luz.
Siempre en la búsqueda de lenguajes originales e inéditos, no solo ligados al producto, sino también a su narrativa, Foscarini explora un nuevo horizonte visual junto a Massimo Gardone, fotógrafo y colaborador histórico de la marca. Un proyecto que investiga las potencialidades de la inteligencia artificial como herramienta de expresión, siempre guiada por una mano humana, sensible y consciente. Una narrativa en la que la tecnología es un instrumento que amplifica la mirada humana, en entornos generados por la IA que acogen lámparas fotografiadas en la realidad.
La investigación, desarrollada por Foscarini junto a Gardone y su estudio Azimut, tuvo un objetivo tan simple como ambicioso: enseñar a la computadora a “ver” como el fotógrafo, devolviendo esa mirada suspendida y delicada que caracteriza el trabajo que Gardone lleva años realizando con el mundo de las flores, sus sujetos preferidos –junto al mar– en sus exploraciones personales. Miles de imágenes florales inundaron la memoria digital de la máquina, en un proceso largo y metódico, en el que cada matiz, detalle del pétalo y vibración cromática era absorbido y recodificado.
Con este nuevo proyecto fotográfico, la misma sensibilidad se ha trasladado a los espacios, en un fascinante desplazamiento de escala de lo pequeño a lo grande, de lo natural a lo imaginado, del detalle frágil y natural de la flor a la creación de paisajes domésticos que acogen las lámparas Foscarini. Punto central del recorrido son las luces de Foscarini, que permanecen reales, fotografiadas para preservar su autenticidad y habitar espacios que se sitúan en el límite entre la realidad y la sugestión. El resultado no es una réplica de lo real, sino un acto de traducción poética.
«Mi investigación visual nace siempre de la curiosidad, del deseo de dejarme influenciar. He aprendido a moverme entre lo analógico y lo digital como dentro de un diálogo continuo; dos lenguajes diferentes, que se rozan y se complementan, abriendo cada vez nuevas posibilidades.»
Massimo Gardone
/ Fotógrafo
La experimentación tecnológica es un terreno compartido por Gardone y Foscarini: para ambos, la tecnología no es un fin en sí misma, sino un medio para dar forma a las ideas. En el trabajo de Gardone, este enfoque se traduce en un diálogo entre gesto analógico y potencial digital, donde la inteligencia artificial es guiada, instruida y calibrada para amplificar la mirada humana, sin sustituirla. El fotógrafo incorpora sensibilidad e intuición en el proceso tecnológico, ofreciendo un relato inédito de la luz Foscarini: un equilibrio entre materia e imaginación, realidad y visión.
«Con mi mirada he atravesado épocas y tecnologías: los primeros experimentos fueron con el gran formato Polaroid 20×25, un film que reproducía la impalpabilidad de las flores; con lo digital, a menudo busqué el resultado inverso: quería adentrarme en la materialidad del mundo floral, pero inmerso en un universo evocador y suspendido. La tecnología siempre me ha fascinado. Comencé con un Amiga 1000 de Commodore: pasaba horas jugando con la luz del tubo de rayos catódicos, colocaba los filmes fotográficos sobre la pantalla y los volvía a fotografiar con la Polaroid, interviniendo en los colores del monitor. Gestos que hoy parecen prehistóricos, y que me hacen pensar en Wim Wenders, que en “Hasta el fin del mundo” imagina un dispositivo que captura los sueños de la actividad cerebral y los transforma en imágenes. Esta visión anticipó con décadas las actuales investigaciones sobre la IA.»
Massimo Gardone
/ Fotógrafo
«En Foscarini, la experimentación nunca es un fin en sí misma, sino una forma de abrir nuevos horizontes. Con este proyecto, junto a Massimo Gardone, exploramos las potencialidades de la IA como herramienta de creatividad y narrativa, sin renunciar nunca a la sensibilidad humana que forma parte de nuestra identidad. Es un enfoque que nos ofrece nuevas posibilidades de comunicación y nos permite dialogar con nuestro público de maneras siempre originales y distintivas.»
Carlo Urbinati
/Fundador y presidente de Foscarini
Un nuevo capítulo de la vocación de Foscarini hacia la experimentación y la exploración de herramientas y lenguajes capaces de generar nuevas oportunidades. Una nueva forma de afirmar la identidad de la marca, que vive en la luz, pero también en el pensamiento y la cultura visual.
